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Volar con niños: una guía de supervivencia
Cuando mi hijo cumplió un año, viajamos a EEUU a visitar a mi hermana. El viaje suponía un vuelo de 12 horas, una escala, otro vuelo más corto y un viaje largo en auto; lo cual suena como mucho, pero estábamos emocionados y llenos de esperanza, con el tipo de entusiasmo por la vida que tienen solo los padres primerizos y los cocainómanos.
El segundo hijo
Algunos días la rutina de trabajar y cuidar un niño se vuelve un poco agotadora. Y es en esos días que pienso, ¿sabes qué haría que todo esto sea más sencillo? Otro hijo.
Lógica de niños
Los niños funcionan bajo sus propias reglas. Son anarquistas que van por la vida inventando sus propias narrativas, con o sin sentido, como pequeños dementes o M. Night Shyamalan.
El día que volví a trabajar
Después de que Lea nació, creí que nunca iba a poder dejarlo y volver a mi oficina a trabajar. Pero un día, finalmente lo hice. Literalmente, fui un día.
Post desde el sillón
Hace un par de semanas, Lea se despierta en la mitad de la noche y pide amablemente ir al living. Y por pide amablemente, quiero decir que llora, patalea y grita directamente en mis tímpanos. Yo me pongo firme y le digo que no, porque no negociamos con terroristas.
Paseos en familia: ¿cuántos bolsos son demasiados bolsos?
Ir de paseo con hijos chicos siempre es impredecible; puede ser una salida tranquila donde todo salga como planeado y no tengas que preocuparte por nada, o puede no ser una fantasía que no existe.
Donde entran dos, entran tres
El colecho se juzga en el occidente como una práctica que seguramente traume a nuestros niños de formas imposibles de predecir hasta que de adultos se vuelvan ladrones o asesinos, o youtubers.
Expectativa vs realidad: edición arcoiris
En noviembre, mi bebé cumplió dos años. Y como buena madre adicta -digo, fanática- de Pinterest, planeé hacerle un festejo DIY en casa, completo con globos de colores, juegos inventados por mi (Martha Stewart, ¿quién sos?) y por supuesto, el elemento infaltable: la torta arcoíris, el Everest de la madre millennial.
¿Quién quiere ser millonario?
Ni quienes coordinan lanzamientos espaciales en la NASA tienen la capacidad de multitasking y manejo de crisis de un padre trabajando desde su casa. Llantos, gritos, risas, rabietas... y los niños también se quejan.
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¡¡Gracias!!
Ser mamá es agotador y es normal tener días en que extrañas tu vida anterior, cuando la única persona que tenías que mantener viva era a ti misma y a ti no te daban ganas de tirarte de cabeza de la cama ni te morías ahogada con una uva si no te la cortaban por la mitad.