Más sobre mí:

Este es mi blog sobre mis intentos de balancear la maternidad, el trabajo y la familia, y llevar mi locura por dentro, como una dama.

Como madre primeriza que sufre con trastornos de ansiedad, mi día a día está plagado de preguntas y dudas: ¿soy buena madre?, ¿estoy haciendo las cosas bien?, ¿qué pasó en la última temporada de Lost? Antes de cada decisión, mi monólogo interno me obliga a evaluar pros y contras, imaginar posibles escenarios, buscar respuestas en google, chequear foros de maternidad y leer otros blogs, para así recopilar suficiente información y al final hacer lo que me diga mi madre.

Porque ser mamá es una de las cosas más lindas de la vida. Tener un hijo te enseña a amar incondicionalmente, a dar todo de ti misma por otra persona y a nunca más ir al baño sola.

Pero ser mamá también es difícil. Es lidiar con la responsabilidad, el agotamiento, el estrés y la "carga mental", las 24 horas del día, todos los días, por lo que es normal sentirse agobiada, querer un descanso y hasta extrañar tu vida anterior, cuando la única persona que tenías que mantener viva era a ti misma y rara vez te daban ganas de saltar de cabeza de la cama o chupar un enchufe.

Es por eso que empecé mi blog, como un espacio para normalizar las partes más desafiantes de la maternidad y la ansiedad, y compartir mis experiencias con otras mamás.

Voy a postear tan seguido como pueda, sin compromiso. No sos vos, soy yo. Es que tengo que dividir el día entre mi trabajo de tiempo completo como periodista, mi novio Luis (que también es periodista y trabaja conmigo y hace casi siete años que estamos pegados las 24 horas todos los días y nunca nos aburrimos de estar juntos ni sentimos la necesidad de escapar y empezar un blog), y nuestro hijo Lea, quien si queda sin supervisión por más de 30 segundos raya la pared, tira y pierde una pieza de todos sus puzzles, invoca un demonio, chupa el piso, intenta saltar de la mesa al sillón y cambia la contraseña del wifi.

En resumen, voy a intentarlo.

Espero que mis anécdotas los entretengan tanto como a mi me divierte escribirlas, o que sea como bingear una serie en Netflix, que después de dos temporadas te das cuenta de que no estaba tan buena pero ya invertiste demasiado tiempo y seguís mirando más episodios por puro resentimiento, solo para ver cómo termina (era el purgatorio, la isla era el purgatorio).

De cualquier modo, bienvenidos.